El waterpolo tal y cómo lo conocemos hoy en día es un deporte acuático que se practica en una piscina y, en el cual, dos equipos enfrentados (con 6 jugadores y un portero) tratan de alzarse ganadores marcando el mayor número de goles en la portería del equipo contrario.

En el deporte actual los partidos están divididos en cuatro periodos de ocho minutos de juego, con un total de 32 minutos por partido completo y se contemplan las faltas, así como expulsiones tanto temporales como definitivas.

Pero no siempre fue así, en sus inicios, este deporte era sumamente distinto.

Orígenes del waterpolo

No existe demasiado información al respecto de los orígenes de este deporte.

Todo apunta a que este deporte pudo surgir en la zona de Inglaterra y/o Escocia durante la segunda mitad del siglo XIX, lugares en los que, durante la celebración de fiestas y festivales de las diferentes localidades, se tenía por costumbre la celebración de deportes acuáticos.

En este sentido, podemos encontrar dos diferentes teorías al respecto del nacimiento de este deporte.

En una, se afirma que su nacimiento se origina como una forma de proporcionar entretenimiento a los asistentes a las galas de natación con un espectáculo de dos equipos que, montados sobre unos barriles de madera, manejados mediante unos remos y a los que se les agregaba una cabeza de caballo, trataban de meter goles con una pelota de forma parecida al polo tradicional.

Aunque también se baraja la teoría de que, este mismo juego en mitad de los entrenamientos de natación, no se realizará como entretenimiento para los asistentes, sino como una forma de que, los propios nadadores, pudieran distraerse durante las largas competencias.

El deporte originario se comenzó jugando en lagos y ríos y era muy diferente al juego actual, siendo más una demostración de fuerza bruta y asemejándose al rugby. Los equipos trataban de llevar la pelota al lado del equipo rival y, en lugar de porterías, se ubicaban unas pequeñas balsas o botes de borde bajo en los que, los jugadores, trataban de introducir la pelota. Esta pelota, en sus orígenes se fabricaba con estómago de cerdo, aunque hacia el año 1869 comienza a emplearse en su fabricación goma india. De ahí que, concluyamos que el vocablo «polo» puede tener encontrar sus raíces en la pronunciación del término indio «pulu,» cuyo significado es pelota.

En estos comienzos del deporte y durante más de veinte años, apenas existían normas a la hora de practicarlo. No solían realizarse pases o combinaciones, unicamente se trataba de marcar goles sin importar la posición y los equipos estaban formados por grupos de 7 hasta 20 jugadores cada uno. De hecho, en los orígenes, se permitía el empleo de la fuerza, siendo admitida la lucha libre, sujetar bajo el agua a los jugadores del otro equipo a fin de recuperar el balón, etc.

Se consideraba gol cuando el balón era colocado en lo alto de las balsas con ambas manos, para lograr este cometido, era habitual que los jugadores se sumergieran tratando de aparecer lo más cerca de la improvisada portería.

En aquellos momentos el actual waterpolo recibió muy distintos nombres como aquatic polofootball in the water.

Las primeras referencias escritas que se conservan al respecto de este deporte podemos encontrarlas, por ejemplo, en la publicación de una breve nota en el periódico londinense “Times” durante julio del año 1870, en la que hacen referencia al mismo como futbol acuático. También otro periódico ingles, el «Field» en 1874, hace alguna referencia  a este deporte, citando un partido de beisbol en el agua que tuvo lugar en  el «Cristal Palace Plunge de Londres».

Orígenes del waterpolo

Origen de la normativa actual en el Waterpolo

Las reglas del waterpolo se comienzan a desarrollar por vez primera en Inglaterra, a mediados del siglo XIX por William Wilson. De hecho, fue en 1870, cuando por primera vez se desarrollan reglas específicas para la practica de rugby en las piscinas por parte del London Swimming Club.

Los primeros partidos de waterpolo se desarrollaron en Escocia, también a finales del  XIX, en el Arlington Baths Club de Glasgow.

Podemos considerar que, el primer torneo de clubes del mundo tuvo lugar en 1886, cuando el West of Scotland venció a South Side por 1-0.

Fue la Asociación de Natación de Gran Bretaña la que reconoce el Waterpolo como deporte el 13 de abril de 1885.

Y, hacia el 1888,  John Robinson, maestro de natación, lo lleva a Estado Unidos, creando el primer equipo en la Asociación Atlética de Boston.

El desarrollo de este deporte en Europa se da entre los años 1890 y 1900, extendiéndose su práctica por Alemania, Hungría, Bélgica, Austria y Francia y empleando durante los juegos las reglas británicas.

Fue en el 1900 cuando el Waterpolo pasa a considerarse deporte olímpico, siendo el primer deporte de equipo que se agrega a estos juegos.

Entre 1929 y 1930 se redactan las reglas oficiales para los partidos internacionales  por los representantes de Great America y la Federación Internacional de Natación Amateur (FINA).

Siendo la FINA el organismo rector a nivel internacional de este deporte desde entonces.

En conclusión, la evolución de este deporte, convierte al Waterpolo actual en una práctica muy distinta a la que se daba en sus orígenes, siendo un deporte sumamente divertido, que potencia la competitividad positiva y la colaboración, además de aportar grandes beneficios a nivel físico.

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